23
Quizás siento demasiado y pretendo arriesgar poco. A lo mejor empatizo por encima de mis posibilidades. Así, sin anestesia. Seguramente espere de lo que me rodea lo que ni yo puedo abarcar. Y que no dejo salir nunca lo que llevo dentro, que me duele mostrarme débil y me cansa aparentar no serlo. No hay airbag, ni paracaídas, ni cámara lenta. Que a veces me toca hundirme, que tengo que abrirme. Que sí. Quizás se me esté echando el mundo encima y se haya perdido el aviso por el camino. Ni soy de piedra ni soy capaz de esquivar todas las balas. A veces yo tampoco sé, a veces yo tampoco entiendo. Y a veces cae en septiembre. Y en 29. ("Feliz" cumpleaños)