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Querido 2019:

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Has sido ese lado de la cama que se queda frío cuando alguien se va; pero también has sido la risa al recordarte Has sido un tren por mis mejores ideas; una maleta con tantos viajes que no aguantó el trote, y una nueva con hambre de kilómetros Has sido un 8M precioso, un fin de semana al que todavía no le he encontrado explicación y la satisfacción de haber conseguido algo  a lo que tanto trabajo dedicamos Has sido una auténtica montaña rusa de emociones y un interminable y maravilloso quebradero de cabeza Has sido una continua y complicada escalada hacia mí misma; he aprendido millones y me he atrevido a casi todo Has sido más sur que nunca y aún así no he perdido mi norte Has sido baches y algún que otro traspiés; has sido cambios; algunos que aún duelen, otros por los que sigo agradeciendo a mi yo del pasado, y sin duda todos me han hecho crecer más que ningún año Has sabido quitarme lo que no merecía y devolverme lo que hacía tant

Fragilidad

Yo, pequeña y frágil Que me siento invencible Y me rompo con la primera ráfaga de aire Yo, que odio rendirme Pero mis barreras lo han hecho ya Yo, que jamás reconoceré nada Pero dejo que se me lean las mentiras Que se niegan a salir por miedo a cojear y ser descubiertas El mismo miedo a que yo no lo pierda nunca Y ese pulso por el equilibrio que por ahora hemos ganado a la fuerza Que vuelve simple lo que nunca lo había sido

De la A de Agosto a la V de Verano, con Q de Quédate

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Abrazar las últimas horas de sol Bañarnos en el mar Cantar la Oreja en el coche Desconectar Escuchar las olas Fingir que me sé todas las del concierto Gastarme los ahorros Huir del ruido Ir al cine con arena todavía en los zapatos Jugar a las cartas en la toalla Kilómetros de carreteras Llorar sin miedo Madrugar lo justo y necesario No cambiarme de sudadera en 5 días Obviar cómo pasan las horas Perder hasta los calcetines Quedarnos sin voz en cada orquesta Reírme de mí Salir a comer Traer media playa a casa Usar otro 31 la excusa de los fuegos Ver amanecer Yo me quedaba en septiembre a vivir, pero en agosto no se está tan mal (y si me quedo en la V es porque no quiero llegar nunca al final)

Casi mañana

Soy de esas personas que quieren fuerte y sin gritarlo, olvida despacio y perdona en silencio Acumulo por encima de mis posibilidades y expreso por debajo de las expectativas Con proyectos de aquí a Marte y demasiadas ventanas abiertas y puertas que se cierran mientras me asomo a oler mi mar de dudas Y me tiro de cabeza y acabo flotando, a 3000 recuerdos por hora hacia todas las vías de escape Pensión completa en este oasis de seguridad Y un cartel que señala a todos los horizontes: Volver atrás  Volver a empezar  Volver a arriesgarme Casi es mañana y no quiero irme

Agua de mayo

Cabeza a 2000 por hora. Inspira. Expira. Cuando todo pierde el sentido que le habíamos dado, toca parar. Cuando el sueño te invade y algo te impide conciliarlo, es hora de apagar todas las luces. Siempre me ha costado reconocer que yo también tengo un límite y que hay barreras que nadie puede cruzar. Como el temporal en el mar de diciembre. Como una tempestad que precede a otra. Como el metro de Madrid en hora punta. Como el primer día de rebajas. Como un lunes después de vacaciones. (A mí me han robado la primavera que esperaba como el agua de mayo en la que me estoy ahogando).

No me queda un abril

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Hace mucho que no sé si me faltan quejas o tiempo. Quizás haya aprendido a desayunarme el mundo cada mañana, plantarme con mis miedos y hacerles frente. He volado de septiembre a abril entre cambios y errores. Soltado el paracaídas y disfrutado la caída libre. Me faltan horas de sueño, necesito días de 48 horas y se me llegan a solapar 3 planes a la vez. No me ha dado tiempo ni a comprar un calefactor desde noviembre. Y mi ukelele me ha echado de menos. Imaginaos el percal. Pero me encanta volar más rápido que el tiempo y no tener que mirar atrás para saber que está mereciendo la pena. Dejarse llevar nunca ha sonado tan bien. Hace 2 días era diciembre y ayer me fui a dormir en febrero. Pero esta mañana me he despertado en abril y se me atropella el mes guay.

Y tiro porque me toca

De esperanza se alimenta un alma vacía que a cada minuto se consume a mordiscos de incertidumbre. Realidad aumentada en este día a día que se escribe solo mientras dormimos El despertador que no suena en metros cuadrados de una confesión La luz se cuela y la vida sigue Ingenuidad sin límites y noches de puntillas En la más profunda soledad abrazando el cambio con toda mi alma.  He aprendido a leerme entre líneas, a escribirme cartas, poco a poco y con buena letra A sentirme a todo volumen cuando el cielo calla y me lloran las ganas. A escucharme entre los gritos de insípida superioridad A verme sin lentillas si la oscuridad me envuelve A base de golpes, a golpe de lunes,  de lunes a viernes y tiro porque me toca. Me toca a mí aprenderme, a quererme, a perderme.