Dejarse llevar suena demasiado bien

Pusiste en pausa nuestras vidas por un tiempo, nos hiciste valorar las pequeñas cosas y echar de menos un abrazo o una tarde en cualquier bar. Los planes más simples se volvieron imposibles, los viajes se aplazaron, sin fechas fijas. Pero a pesar de todo, sigue habiendo cosas buenas que merece la pena recordar. La nieve en enero, las rodillas moradas y el chocolate caliente. Los últimos eventos, sin saberlo, después de un inicio de curso muy agitado. Cartagena, Toledo, Sevilla. Un último fin de semana a lo grande, a las puertas de la incertidumbre, del estrés, de un viaje para escapar al sur "unos días". Unos días que se convirtieron en marzo, en abril, en mayo, en junio. En pantallas y videollamadas, en horarios cambiados, en paseos sanadores, en debilidad y fortaleza. En apoyo constante. Y julio me permitió coger otro avión, un último aliento en mi Barcelona, con mi gente, en mi casa. La playa en Galicia y agosto a 40º de mudanzas, planes y visitas. Una hora menos en septie

Siempre me ha gustado recordar las palabras exactas.  Porque se esconde tanto en ellas que si borramos una se pierde un mundo entero dentro.  Hoy he leído y he viajado por todos esos mundos, por los bonitos y por los feos.  He sentido cosas diferentes en los mismos lugares, sé que he crecido y me ha ilusionado verlo.  He cambiado y he aprendido, ya no estoy cerca de las mismas personas, pero sé que siguen en esas canciones, páginas y fotos, en esas palabras y en los mundos que guardan.  Hoy he viajado a tantos momentos y a tantas sensaciones que casi no encuentro la vuelta al presente, pero he seguido el olor a casa y me ha traído volando a quien soy ahora. Con todos mis mundos que a veces asoman de esas cajas para recordarme cómo he llegado aquí. 

Noviembre suele dolerme Con su frío y su oscuridad, que se adelanta  Pero este noviembre no aprieta  Estos días me he sorprendido sonriéndole al mes Y todavía me sorprendo apreciando detalles Esta vez, por fin, puedo decir que el silencio a veces es algo que sana Que echo de menos a muchas personas y no pasar por casa, pero ya no me ahoga el mar de recuerdos cuando pienso en cómo cambia todo, en la facilidad con la que vuela el tiempo No he dejado de tener miedo, pero el miedo no me tiene a mí. Soy yo quien manda El sol me abraza y la lluvia se ve bien por la ventana Puedo volver a escribir, a tocar, a cantar Vuelvo a sentirme en casa en un sitio nuevo, vuelvo a sentirme en casa dentro de mí Gracias por no soltarme, por no dejarme ir  I'm home again (y estoy aquí para quedarme)

Este año no sé por dónde empezar. No ha habido fuegos el 31, no ha habido horas de UNO, ni cenas de despedida. Ha sido ese verano atípico tras una primavera incierta, abriendo las puertas a un otoño que da miedo. Este año creo que ya no puedo pedirle nada más a septiembre, pero este otoño merece seguir sintiéndose verano. Que no lo hemos saboreado bien. Yo he podido probarlo en cada helado, disfrutarlo con una hora menos, cantarlo cada día que el sol quiso salir, y abrazarlo con muchos reencuentros que eran a la vez despedidas. Poco margen para tantos sentimientos. Tanto que a veces ahogaba.  Por un septiembre sin conciertos, sin lluvia el 29, sin tartas de dibujos. Por los cambios, por la distancia, por la soledad. Por hacerme sentir en casa, por la paz que me transmites siempre y el torbellino que me creas dentro.  Este septiembre el sur me ha guardado el norte, para que no lo perdiese. Este septiembre ha llegado de puntillas y con cita previa. Me ha abierto sus puertas a esta incert

"Alicia fue a vivir a Barcelona" Hace casi 3 años, miedo en el cuerpo y un tren de 13 horas Una primera noche sin almohada Dos semanas casi sin tocar la cama Calles iguales y líneas de metro eternas Un idioma nuevo y 0 caras conocidas "En Barcelona estoy muy bien" Viajes improvisados Planes de última hora Canciones en catalán Un colchón en el suelo Una casa que se volvió hogar Ir a ver el mar Amanecer en Apolo o en Razz Mojitos en cualquier terraza Conciertos Sant Jordi Un mundo infinito que empezó con una entrevista en pijama Aprendizaje a pasos agigantados Barcino "Por mucho que me queje, te añoraré cuando te deje" He vuelto a pisar tus baldosas A respirar tu aire caliente A perder la noción del tiempo en tus terrazas A comer tus bravas A pasear por Gràcia Me dejo mil cosas pendientes y un trocito de mí Me llevo a tu gente y un pedazo de tus calles Barcelona me ha cambiado la vida, me ha hecho conocer a personas sin las que no sabría quién soy, he crecid

Estoy aprendiendo. A reconstruírme y a no destruir. A respirar por el lado bueno. Cada brazada me hace avanzar más que la anterior, cada bocanada sabe mejor. Sigue habiendo personas, lugares y cosas que me dan paz. Hay azules más bonitos que otros y naranjas más cálidos. Y verdes más profundos que el océano. Huele a dulces y a veces me dan escalofríos. Pero estoy aprendiendo a abrazar sin pensar. Y hay quien me está enseñando a hacerlo.

Es domingo y tienes ganas de comerte el mundo. 24 horas más tarde su nombre empieza a sonarte demasiado. Llega el martes y adelantas lo que tenías pendiente, que luego nunca tienes tiempo. Te acuestas tarde el miércoles y piensas que, quizás, Italia no está tan lejos. Amaneces el jueves con sobreinformación y cambios cada 2 minutos. Tomas una decisión y casi no duermes. Y coges ese avión. Ese tren. Ese autobús. Todavía no sabes bien qué pasará. Pero te da miedo no estar en casa cuando llegue.  Rebobinemos 48 horas. No te equivocabas. Es viernes y has llegado a casa. O quizás estás lejos y todavía no entiendes qué está pasando. Pero solo nos han pedido una cosa. Después de las prisas, es tiempo de parar. Después del estrés, es tiempo de esperar. Ya no hay egoísmo, es tiempo de agradecer, de ponerse en la piel de otros. De respirar, de pensar en los demás. Es tiempo de mirarnos, de mimarnos, de entendernos. Tiempo de quedarse en casa. 15 días y otros 15 más. Nadie s

Como una bomba de relojería a punto de explotar Como el mar durante una ciclogénesis en el norte Como un lego con las piezas rotas que se desploma con cada ráfaga de aire un poco más fuerte de lo que está acostumbrado a soportar O como las barreras que tanto cuesta tirar abajo y que a veces consigo que se rindan Pero vuelven a crecer y se niegan a dejarse entrever [breathe] Como los rayos de sol que prometen volver a saludarme por dentro Como unos ojos cercanos que me hacen olvidar lo demás Como las palabras exactas en el momento justo Como una canción que cura el alma Como la tranquilidad de un cambio que se aproxima y la ilusión del miedo que me siguen dando los principios