23:30

Otro 31 que los aires de fin del verano me traen hasta aquí.
Otras 12 vueltas en esta noria que gira tan rápido. Y arriba no puedo ver qué hay más allá.
Y me bajo, mareada, con las maletas hechas y el ukelele en la puerta. Sin tiempo a comprar el billete del próximo viaje, ni a pensar si merecen la pena las vueltas.
Las subidas y bajadas.
Pero me perdería las vistas. Las idas y venidas, la morriña y las ganas. Los paseos fríos y las luces de Navidad. Las pipas y los bares a ritmo de percusión. Los 1000 tonos de naranja, la arena en el bañador, media cara quemada y todas y cada una de las canciones.
Creo que me sigue compensando querer Ferrol unos días al año, sus adoquines, los recuerdos en cada rincón, las malas caras y los lunes al sol.
Mis tardes tontas y Mamma Mia en el sofá, el plan random del verano y todas esas últimas veces que ya no recuerdan haber sido primeras.
Somos menos que hace un año, pero vuelve a ser 31.
Y yo con las cajas amontonadas y la misma promesa de siempre volver.


"Siempre me estoy yendo, pero siempre estoy contigo"

Comentarios

  1. Ojala poder seguir pasando el verano como siempre.
    Tkm. Ya lo sabes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"Las decepciones son al alma, lo que las tormentas al aire"

2023-End of youth

Verano, al fin y al cabo