Hace un año de septiembre

Querido septiembre de prisas y risotas.
De cancelaciones y compensaciones.
Siempre has sido un principio, pero esta vez llegas sin haber pasado por fase final y a la vez más todo que nunca.
Y sin nada atado.
Con tornillos sueltos, un calendario engordando y una cartera a dieta.
Un colchón en el suelo y más casa que nunca.
Más calor, más cansancio, más abrazos, más reencuentros, más Barcelona y más yo.

Siempre has sido como la última canción cuando ya ha terminado. "Como ese último baile que nunca es el último". 

La misma historia "de cómo siempre me gustó tener las cosas controladas, los cabos atados. De cómo a veces decido soltarlos y quedarme a la deriva, dejarme llevar.
Una historia de cuando me enseñaron que, a veces, la arritmia es el mejor compás. De nervios buenos, de los de risas flojas con cosquilleo que sube desde la barriga y cabos sueltos de los que os hablaba."
Otro septiembre" y sus puntos y aparte. Con principios que parecen finales y finales que bien podrían llamarse principios. Septiembre y sus leyes no escritas. Septiembre sinónimo de oportunidades. El mes de las cuestas arriba. Llega con nombre de broma de mal gusto y se convierte en uno de esos chistes malos que nos acaban haciendo llorar".



(Hace un año del principio de mi nueva vida)

Me quedo en septiembre a vivir. 



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