Os quiero más que al pfand y.

Parece mentira, pero ya llevo aquí dos meses. Dos intensos meses en los que no hemos parado. Y ahora creo, pienso, no dudo y prometo que no miento cuando digo que no quiero irme de aquí.
Os quiero mucho y muy fuerte por sacarme de casa todos los días y por hacerme cantar todas las noches. Por hacerme sentir en casa a km de ella, por conseguir que la confianza no sea algo que necesite tiempo para crearse, por dejarme ser más yo que nunca.
Soy de las que se queja por todo y más, pero también de las que quiere haceros saber cuando algo está bien y, sin duda, esto lo está. ¿Cómo no iba a estarlo? Si me duele la barriga, pero de reírme; me muero de sueño, pero por aprovechar 27 horas al día 9 días a la semana; no tengo tiempo para mí, pero porque prefiero pasarlo con vosotros.
Que no se acaben las noches de C4, ni las tardes de Backwerk, ni las reflexiones de vuelta a casa, ni mis interminables listas, ni las sorpresas de cumpleaños, ni las pelis en casa, ni nada ya.
Le habéis dado otro significado, todavía más grande, a la complicidad y al buen rollo.
Sois más grandes que Mufasa y unos máquinas y todavía no os habéis enterao, pero a ver ya cuándo hacemos skype, eh hijoooos. (Y a ver para cuándo el disco de nuestra banda sonora oficial con canciones originales).
                                     




Y después de la noche de ayer, cito: "...desde que estoy aquí me he dado cuenta de que amo la vida de verdad".
Ea, se acabó mi dosis de amor del mes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Las decepciones son al alma, lo que las tormentas al aire"

2023-End of youth